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Cuando uno es ingeniero y busca trabajo, es una tarea ardua hacer las búsquedas, teniendo en cuenta los nombres que les dan los que publican las ofertas (los del departamento de RRHH mayormente) a las titulaciones de ingeniería.
Es frustrante hacer una búsqueda por «ingeniero de telecomunicación» y observar que tiene menos resultados que las siguientes búsquedas:
- «Ingeniero superior de telecomunicación»
- «Ingeniero superior de telecomunicaciones»
- «Ingeniero de telecomunicaciones»
- «Ingeniero técnico superior de telecomunicación»
- «Ingeniero técnico superior de telecomunicaciones»
Las dos últimas no son nada frecuentes, pero las tres primeras sí. De hecho, la que se lleva la palma es la segunda. Y no, no y un millón de veces no, el nombre de la titulación es:
En singular, nada de «superior» y nada de «técnico».
Casi que lo peor es verlo en los currículum de la gente, que se supone que tiene esa titulación, pero no saben cómo se llama. Uno de mis antiguos jefes de división de TID nos contó una vez que cuando veía «Ingeniero superior», tiraba el currículum sin leer el resto.
No me sorprende lo que me contaron una vez de un profesor que estaba en el tribunal de un PFC que le preguntó al proyectando si sabía el nombre del título que estaba a punto de obtener.
Luego están las empresuchas (cárnica) que llevan en su nombre la coletilla «Ingeniería superior».
Hale, ya he despotricao un poco, ya estoy a gusto 🙂
Muy bien dicho. ¡Sí señor!
Dí que sí 🙂
Ahora falta que escribas otro post con;
– Facultad de Telecomunicaciones
– Facultad de Ingeniería de Telecomunicaciones
– Escuela de Ingenieros de Telecomunicaciones
….
Así hasta llegar a «Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación»
¿Y qué me decís del «decano de informática»? En Málaga se oía mucho cuando estudiaba por allí 😀
Lo de Facultad de Ingeniería me ha matado, esa nunca la he oído XD
Yo también soy Ingeniero de Telecomunicación, pero no me enfada tanto que me llamen con sus variantes. Te voy a dar dos razones o disculpas por las que hay que perdonarles la vida:
1) Lo de «superior» algunas veces se usa por el «despiste» de los ingenieros técnicos que tienden a olvidarse que son eso, técnicos. No es ni bueno ni malo pero cada uno es lo que es.
He visto muchas veces a compañeros «técnicos» molestos por nuestra supuesta chulería, y en cambio, cuando te das la vuelta le van diciendo a todo el mundo que ellos son ingenieros a secas.
2) Una persona que no sea ingeniero de telecomunicación no tiene mucho deber de saber cómo se dice exactamente, pues no es una expresión que venga reglamentada por la Real Academia.
Lo que sí es chocante es que en varios organismos de la administración no figure el nombre de nuestra titulación, ni bien ni mal.
Te dejo una pregunta:
¿Cuál es la razón de que haya tantísimos posts de gente exigiendo pulcritud en los conceptos y expresiones, a la vez que escriben con faltas de ortografía garrafales, aparte del lenguaje supuestamente abreviado lleno de k’s? No me refiero a ti, por supuesto.
Buenas Juan:
Tienes razón en lo que dices de que se hace para diferenciarnos de la técnica, y no me parece mal que se ponga la coletilla en ese contexto. Pero cuando una empresa busca contratar a gente de una cierta titulación, ¡qué menos que saber lo que se busca!
Conozco gente que en el curriculum pone «Ingeniero de X» y le han llegado a preguntar que si era la superior o la técnica. Supongo que también sea porque algún Ingeniero Técnico les ha llegado con «Ingeniero de Z» en el CV, vete tú a saber.
También se da el caso de que cuando haces una búsqueda en Infojobs (por ejemplo) de «ingeniero de telecomunicación», te salen pocas cosas. Pero si pones «ingeniero de telecomunicaciones», te aburres de pasar páginas.
El nombre del título es cierto que no está en el DRAE, pero son títulos oficiales, por lo que el nombre debería ser conocido, porque no es que cada universidad le ponga el nombre que le dé la gana, sino que está regulado por el Ministerio de Educación.
En cuanto a tu pregunta, es excelente, porque tienes toda la razón 🙂 El caso es que parece que el deporte nacional sea quejarse, porque lo hacemos todos. Y qué mejor muestra que este post 😉
Un saludo.