Ayer apareció la noticia de que Telefónica alerta del posible colapso de las redes si no se cambia el modelo de Internet, unas declaraciones que, por supuesto, dan para que el personal cargue contra Telefónica por ladrones y monopolistas. Y no le falta razón a Julio Linares, ya que el coste de las redes aumenta con el tiempo, sin que los ingresos aumenten en la misma proporción, lo que impide monetizar las inversiones. La explosión del tráfico multimedia fijo y móvil, con emisiones en HD, Imagenio y otros tipos de servicios de Internet, hacen que el tráfico a soportar en las redes implique realizar nuevas inversiones para aumentar su capacidad.
Cuando un enlace llega al punto en que es necesario aumentar su capacidad, hay que adquirir nuevas tarjetas para el router correspondiente, usar la fibra óptica que le toca y ello implica: a) comprar la tarjeta, b) ocupar una fibra y c) gastar en alimentación y refrigeración para la nueva tarjeta. Eso para empezar.
Lo cierto es que, según estimaciones, nos acercamos a un punto en el que el coste por bit por segundo no deja de aumentar, mientras que los ingresos por bit por segundo están empezando a descender, incurriendo en márgenes negativos. Esto será así mientras el coste de aumentar la capacidad de la red y su operación se incremente en mayor medida en que lo hacen los ingresos por capacidad. Posibles vías para que se invierta la tendencia es la popularización de los enlaces a 100 Gbps y la reducción de consumo energético en factores muy grandes respecto al actual.
Aún con todo, Telefónica aumentará su inversión en redes este año, frente a dos años consecutivos de recorte de inversiones en red. En esta misma noticia se descartó la compra de Tuenti por parte de Telefónica, y se refirieron a un mero acuerdo comercial.
Si bien este modelo de crecimiento no es eficiente en costes, existen alternativas como el IP Offloading vía Ingeniería de Tráfico Multicapa, que permitiría reducir el coste de operación de las redes, además de otras ventajas.
La motivación de Telefónica para pretender cobrar a los creadores de contenidos es que más del 70% del tráfico que circula por sus redes pasa por los nodos de interconexión hacia Internet, por lo que se incurre en costes más elevados, al contrario de lo que sucedería si el tráfico permaneciera en sus redes. No está exento de lógica desde el punto de vista económico, pero por desgracia sí carece de lógica desde el punto de vista de imagen, muy especialmente cuando ya es un hecho consumado que todo (o casi todo) lo que hay en Internet es gratis.