El miedo a lo invisible y los pingües beneficios del aprovechado

Bueno, tras un año sin actualizar este casi abandonado blog, no por falta de ocasiones que lo merecieran precisamente, vuelvo a la carga para comentar algo que ya ha sido comentado quizás demasiado en estos días. Empezamos por los artículos que he leído/ojeado acerca del tema:

Pues sí, señoras y señores, los viejos amigos de Geosanix vuelven a la palestra gracias a un publirreportaje que les ha hecho El País en uno de sus suplementos.

¿Qué sabemos sobre la incidencia de la radiación no ionizante en seres humanos? Pues para empezar, allá por 2006 escribía en este blog que un estudio descarta la relación entre telefonía móvil y riesgo de cáncer.

Conclusiones: no se han encontrado evidencias para asociar el riesgo de contraer cáncer con el uso de la telefonía móvil tanto a corto como a largo plazo. Además, los reducidos intervalos de confianza dan evidencias de que cualquier asociación a gran escala del riesgo de tumores con la telefonía móvil puede ser descartada.

Claro, me diréis que de 2006 hasta ahora han pasado muchas cosas (hasta hemos encontrado el Higgs, fite tú). Un estudio más reciente, de 2010, nos daba evidencias en contra de la relación entre teléfonos móviles y tumores.

Apoyado además en los datos estadísticos del estudio INTERPHONE, publicado en mayo de este año en el cual se concluye que no existe relación entre el uso intensivo o no de teléfonos móviles y el aumento de riesgo de tumores cerebrales. En este estudio, que es el mayor realizado hasta la fecha, se estudiaron 2708 casos de glioma y 2409 de meningioma en 13 países.

Y uno más reciente, en 2011, nos decía que se han observado efectos de la exposición a radiofrecuencia sobre el metabolismo de la glucosa en el cerebro, pero que no se conoce aún qué implica eso:

…al igual que los estudios epidemiológicos que tratan de conocer si existe relación entre el uso de teléfonos móviles y la aparición de tumores, no se pueden tener datos concluyentes, dado que no se conocen efectos adversos producidos por el cambio metabólico. En resumidas cuentas, se ha obtenido como resultado que aparece un efecto de cambio metabólico pero se desconocen las implicaciones médicas. Tampoco se sabe si el efecto es acumulativo, esto es, si hay consecuencias por la exposición repetitiva a largo plazo.

Sin embargo, el entramado de gente que se dedica a vendernos la burra y a intentar sacarle los cuartos a los incautos que piquen sigue a lo suyo. En su tiendecita de nada te venden artilugios que no sirven para nada, tales como «cortinas apantallantes» obviamente mucho más caras que las del Ikea y estéticamente mucho menos atractivas.

¿El gancho en este caso? Que las «radiaciones no ionizantes te agotan». Y es que como no se ven, pues es la excusa perfecta para venderte cacharritos para «detectarlas» (aunque no sepas lo que significa su presencia a nuestro alrededor), «bloquearlas» (aunque no sepas de dónde vienen y cual es la forma más eficiente para hacerlo) y «evitar generarlas» (aunque las potencias que generen nuestros equipos sean tan bajas que no merezca ni la pena el esfuerzo).

La humanidad ha vivido miles de años rodeada de radiación de muchos tipos y a muchas frecuencias, procedente del espacio. Si en algún momento fuimos susceptibles a las ondas de radio, la evolución se encargó de hacernos inmunes. Y llevamos bastantes décadas rodeados de ondas de radio generadas por nosotros mismos: la radio y la televisión. De momento, todo apunta a que los males que se le atribuyen a las ondas tienen su origen en la mente de los que lo padecen y en la billetera de los que nos intentan sacar el dinero.

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Nuevo estudio que descarta la relación entre móviles y tumores cerebrales

Se ha publicado recientemente un estudio en la revista British Medical Journal, titulado Use of mobile phones and risk of brain tumours: update of Danish cohort study, y disponible de forma libre a todo el mundo, sobre la incidencia de los teléfonos móviles en la aparición de tumores cerebrales en la población danesa. En las conclusiones se asegura que no se ha encontrado aumento del riesgo de contraer tumores en el sistema nervioso central en individuos que han utilizado el teléfono móvil durante 10 años o más. Cito el párrafo de las conclusiones:

In conclusion, in this update of a nationwide study of mobile phone subscribers in Denmark we found no indication of an increased risk of tumours of the central nervous system. The extended follow-up allowed us to investigate effects in people who had used mobile phones for 10 years or more, and this long term use was not associated with higher risks of cancer. Furthermore, we found no increased risk in temporal glioma, which would be the most plausible tumour location if mobile phone use was a risk. As a small to moderate increase in risk for subgroups of heavy users or after even longer induction periods than 10-15 years cannot be ruled out, however, further studies with large study populations, where the potential for misclassification of exposure and selection bias is minimised, are warranted.

Los resultados obtenidos para una población de 358 403 individuos que usaron el móvil durante 10 años o más son los siguientes:

  • 10 729 casos de tumores en el sistema nervioso central. 
  • El riesgo de este tipo de tumores para usuarios de móvil durante más de 13 años fue de 1.03 (confianza del 95%: entre 0.83 y 1.27) para hombres y 0.91 (entre 0.41 y 2.04) para mujeres.
  • Para usuarios de más de 10 años, la incidencia en gliomas fue de 1.04 (0.85 a 1.26) para hombres y 1.04 (0.56 a 1.95) para mujeres. La incidencia en meningiomas fue de 0.90 (0.57 a 1.42) en hombres y 0.93 (0.46 a 1.87) en mujeres.
  • No se ha encontrado relación entre dosis y respuesta tanto por el número de años de uso del móvil como por la ubicación anatómica del tumor (es decir, zonas del cerebro más cercanas a la colocación del teléfono al utilizarlo).

Este estudio es la continuación de uno publicado hace 5 años y del que hablé en su momento en el blog: Un estudio descarta la relación entre telefonía móvil y riesgo de cáncer.

Hace un año, comenté los resultados del estudio INTERPHONE, que llegó a la misma conclusión que este nuevo estudio: no existe relación entre un uso intensivo del móvil y el aumento de riego de desarrollar tumores cerebrales. Por cierto, no deja de resultarme curioso, por no decir absurdo, que se cite tanto a este estudio como concluyente de que existe aumento de cáncer con el uso del móvil, con lo fácil que resulta leer sus conclusiones:

Overall, no increase in risk of glioma or meningioma was observed with use of mobile phones. There were suggestions of an increased risk of glioma at the highest exposure levels, but biases and error prevent a causal interpretation. The possible effects of long-term heavy use of mobile phones require further investigation.

A principios de este año, se publicó un estudio que relacionaba la exposición a radiofrecuencia con cambios en el metabolismo de la glucosa en el cerebro. De aquel post:

Lo importante de este resultado es que, al igual que los estudios epidemiológicos que tratan de conocer si existe relación entre el uso de teléfonos móviles y la aparición de tumores, no se pueden tener datos concluyentes, dado que no se conocen efectos adversos producidos por el cambio metabólico. En resumidas cuentas, se ha obtenido como resultado que aparece un efecto de cambio metabólico pero se desconocen las implicaciones médicas. Tampoco se sabe si el efecto es acumulativo, esto es, si hay consecuencias por la exposición repetitiva a largo plazo.

Este año tenemos la fortuna de contar con el programa emitido por ETB, y disponible en su página web, Escépticos. El segundo episodio de la primera temporada trata justamente sobre este asunto: ¿Las ondas del mal?

Y otro de los vídeos recomendadísimos sobre este tema es Los móviles matan… cuando llega la factura, en las charlas de Amazings Bilbao 2011.

Recordemos que recientemente la OMS colocó los teléfonos móviles en el grupo 2B de la lista de carcinógenos, es decir, el mismo grupo que el café.

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Carta abierta a RTVE desde ARP-SAPC

Desde ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico han dirigido una carta abierta a RTVE, a cuenta de un lamentable (aparente) publirreportaje que emitieron en el Telediario de La Primera el pasado 11 de diciembre.En él, se publicitaba una empresa llamada Geosanix, que vende productos que supuestamente protegen de las radiaciones y «mejoran la calidad de vida».

Me quedo con una de las afirmaciones más acientíficas del vídeo:

La Wifi trabaja en una frecuencia muy cercana a lo que es un microondas (…) A nadie se nos ocurre darle al microondas, quitarle el seguro de la puerta y dejarlo que nos irradie

Efectivamente, a nadie se nos ocurre, pero la comparación es ciertamente para echarse a llorar. Para empezar, un horno microondas trabaja a potencias de cientos de Vatios, para poder calentar los alimentos. Por el contrario, un router típico emite como máximo 100 milivatios de potencia, más de tres órdenes de magnitud de diferencia.

A veces parece una empresa inútil insistir en la falta de pruebas científicas de afirmaciones como las que se hacen en el reportaje, dada la amplia difusión que tienen. Por otro lado, cualquiera que vea con un poco de detenimiento las supuestas «protecciones» que venden desde Geosanix y que tenga algo de conocimiento sobre ondas electromagnéticas, así como su interacción con los materiales de determinado grosor a longitudes de onda dadas, será consciente de que valen lo mismo que poner papel albal debajo de la cama o forrando una pequeña parte de la pared: para absolutamente nada.

Relacionada: Evidencias en contra de la relación entre teléfonos móviles y tumores.

Procedo a reproducir a continuación la carta:

Estimada Sra. Dª Elena Sánchez Caballero,

Ayer sábado 11 de diciembre, viendo la edición del Telediario de las 15 h, pude observar con mucha preocupación la emisión en dicho programa informativo de una noticia -que en ningún caso cuenta con el aval de las autoridades científicas- sobre ciertos riesgos graves para la salud por el uso en casa de una serie de electrodomésticos sencillos. El reportaje, emitido sin haber contrastado la información de forma adecuada (lo que debiera ser imperativo al tratar un tema al que tanta gente puede ser muy sensible), hablaba de los efectos nocivos sobre la salud humana (y muy especialmente sobre el sueño) de una serie de electrodomésticos comunes de uso cotidiano, generando probablemente una alarma injustificada en toda la gente que lo vió.

En ningún caso se ha podido constatar de forma científica que las radiaciones electromagnéticas de dichos electrodomésticos causen ningún perjuicio grave como los expuestos en ese Telediario (fibromialgia, depresión…). No sólo eso, se ha dado un espacio privilegiado a una entidad, como Geosanix (www.geosanix.com), cuyas afirmaciones sobre riesgos no están demostradas (por lo que cabe adjetivarlas como mínimo de inciertas) y cuyo trabajo, a nuestro entender, es completamente pseudocientífico no estando avalado por ningún tipo de ensayo clínico ni experimento científico que haya podido ser estudiado con rigor por la comunidad científica. Los pseudoremedios que utilizan no han demostrado jamás su eficacia y tienen unos costes que hacen pensar que no es en absoluto recomendable darles publicidad alguna hasta que se comprueben de forma empírica y razonable los efectos negativos que ellos indican de las radiaciones de los electrodomesticos caseros, así como la eficacia y bondad de los remedios que también ellos señalan para ‘controlar’ dichas supuestas radiaciones.

También en el reportaje se da la voz al Dr. D. José Luis Bardasano Rubio (Director de Departamento de Especialidades Médicas de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Alcala de Henares), al que se presenta como catedrático de bioelectromagnetismo (que creemos que no es, aunque sí que hay una asignatura sobre este tema en la UAH y él es el coordinador de una línea de investigación en el área de Ciencias de la Salud de la Universidad de Alcala de Henares sobre bioelectromagnetismo médico (http://www.uah.es/investigacion/unidades_investigacion/detalle_grupo.asp…). Sus teorías a favor de hipótesis similares a las de Geosanix tampoco han podido validar nunca las de dicha entidad, no sirviendo como elemento para contrastar de forma científica lo acreditado por dicha empresa.

Valdría la pena hacer una rectificación en el mismo telediario, de la misma hora, para tratar de hacer llegar un nuevo mensaje avalado por el mundo de la ciencia a la audiencia del mismo, en el que se indique que nada de lo mostrado en la noticia del sábado 11 de diciembre goza de ningún tipo de aval por parte de las autoridades científicas.

Ismael Pérez Fernández.
Director Ejecutivo de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.

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Evidencias en contra de la relación entre teléfonos móviles y tumores

Ver artículo en PDF.

Introducción, nuevos estudios

Recientemente se ha publicado en Skeptic Magazine un artículo del físico Bernard Leikind titulado Do Cell Phones Cause Cancer?, en el cual se aportan datos sobre la imposibilidad de que los teléfonos móviles provoquen cáncer. Apoyado además en los datos estadísticos del estudio INTERPHONE, publicado en mayo de este año en el cual se concluye que no existe relación entre el uso intensivo o no de teléfonos móviles y el aumento de riesgo de tumores cerebrales. En este estudio, que es el mayor realizado hasta la fecha, se estudiaron 2708 casos de glioma y 2409 de meningioma en 13 países.

Radiación ionizante frente a radiación no ionizante

Como se indica en el artículo de Skeptic Magazine, partiendo de la base de que la radiación emitida por un teléfono móvil está por debajo de 2,5 GHz (entre 800 y 1900 MHz para 2G y sobre 2 GHz para 3G) y que la potencia emitida ronda 1 W, se trata de una radiación no ionizante de baja potencia. La capacidad ionizante de una radiación depende de la energía, según la fórmula de energía de un fotón: E=h·f (h es la Constante de Planck y f la frecuencia en Hercios).

Tomando una frecuencia de 2,5 GHz, resultaría en una energía de menos de 1 J/mol. En comparación, una radiación ultravioleta de 1 PHz (1000 THz) tiene una energía de algo menos de 400 kJ/mol, y la energía de disociación del enlace entre oxígeno e hidrógeno en una molécula de agua es de unos 490 kJ/mol, y la energía de disociación del enlace de puente de hidrógeno entre dos moléculas de agua de unos 23 kJ/mol.

Por tanto, la radiación de un móvil está muy alejada de aquellas que son capaces de dañar las moléculas de ADN, mucho menos provocar mutaciones que deriven en cáncer. Si tenemos en cuenta que las bases de Adenina y Timina se conectan con dos enlaces por puente de hidrógeno (N-H-O y N-H-N) y las bases Guanina y Citosina con tres (dos N-H-O y un N-H-N), la energía necesaria para separar las bases de ADN es bastante grande. Aunque se ha conseguido separar las bases con energías más reducidas, sigue tratándose de radiaciones mucho más energéticas (a partir de 100 kJ/mol), y en un escenario que requiere radiación ionizante.

Figura 1 Enlaces de hidrógeno en las parejas de bases del ADN

Mucho antes de eso, deberíamos preocuparnos más por la luz de una lámpara, y, por supuesto, por los rayos ultravioleta procedentes del Sol. La energía por mol es la que marca la diferencia entre radiaciones ionizantes y radiaciones no ionizantes.

Figura 2 Espectro electromagnético y efectos biológicos

Potencia

Por otro lado, la potencia emitida es tan baja que ni siquiera con el efecto biológico característico de su rango de frecuencias, el calentamiento de masas de agua y grasa, justificaría una preocupación por esta radiación. El calentamiento del agua y la grasa de nuestro cuerpo por la radiación emitida por un teléfono (recordemos, del orden de 1W) es absorbido rápidamente por las moléculas colindantes, y en caso de que se llegara a un aumento de la temperatura por este efecto, el propio cuerpo se encargaría de anularlo. Recordemos que al hacer ejercicio el aumento de temperatura corporal se traduce en sudoración para regular la temperatura de nuestro cuerpo. Como dice el autor, Bernard Leikind, «si la potencia inferior a 1 W de un teléfono móvil causa cáncer, ¿por qué no lo hace mi sesión de ejercicio de más de 1000 W?».

Disclaimer

Como estos temas siempre despiertan polémica sobre la financiación por partes interesadas, respecto al posible conflicto de interés en el estudio de INTERPHONE, en el artículo se indica que:

  • La Asociación de Telecomunicaciones Inalámbricas Canadiense (CWTA, Canadian Wireless Telecommunications Association) proporcionó soporte técnico al estudio en Canadá dando acceso a informes de facturación de telefonía móvil de los sujetos del estudio, datos de niveles de potencia de las estaciones base y equipamiento usado por el equipo de investigación en Ottawa para medir la potencia de salida de los teléfonos. La CWTA no tuvo implicación en el diseño ni dirigió el estudio.
  • Los gastos de viaje de unos de los miembros del equipo para una conferencia fueron pagados por el Centro Australiano para la Investigación de los Efectos biológicos de la Radiofrecuencia (Australian Centre for Radiofrequency Bioeffects Research), que tiene a Telstra Australia como entidad participante. Asimismo, dicho miembro posee 426 acciones de Telstra y su pareja 852, con fecha 10 de diciembre de 2009.

Por otra parte, el trabajo de investigación fue financiado por el 5º programa marco de la UE y por la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC), que recibió para este propósito fondos del Mobile Manufacturers’ Forum y de la GSM Association. En cualquier caso, la provisión de fondos a los investigadores de este estudio se rige por la independencia científica acordada.

Referencias

  1. Entrada relacionada: Un estudio descarta la relación entre telefonía móvil y riesgo de cáncer.
  2. The INTERPHONE Study Group, Brain tumour risk in relation to mobile telephone use: results of the INTERPHONE international case–control study, International Journal of Epidemiology, mayo 2010.
  3. Bernard Leikind, Do Cell Phones Cause Cancer?, Skeptic Magazine, octubre 2010.
  4. Wikipedia (EN): Radiación Ionizante.
  5. Wikipedia (EN): Enlace por puente de hidrógeno.
  6. Wikipedia (EN): Energía de disociación de enlace.
  7. Wikipedia (EN): Par de bases.

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